"Buscad..."
Paul Ravenhill




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En un día cuando los hombres nos ofrecen las cosas espirituales como fórmulas garantizadas o teorías mecánicas, hay un consuelo en volver a la Biblia y ver otra vez las palabras que Dios utiliza al hablar con el hombre.

Pienso en este momento de la palabra "buscad"- es una palabra que no habla de una certeza de conocimiento, o de un proceso mecánico garantizado. Más, es una palabra que lleva la implicación de que el que busca no tiene la respuesta - nosotros no tenemos mecanismos garantizados.

En nuestro mundo cotidiano, al buscar un objeto vamos primeramente a donde creemos poder encontrarlo (el lugar donde pensamos que lo hemos perdido).
Cuando no lo encontramos allí vamos al lugar que más promete, un poco menos seguro - y cuanto más buscamos infructuosamente, menos estamos seguros de que vamos a encontrar. O sea, cuanto más buscamos lo perdido menos sabemos y cuanto menos sabemos más debemos buscar.
Por fin, cuando hemos buscado "por todos lados", podemos encontrar la respuesta, casi siempre en el lugar menos esperado. Solamente el "encuentro" nos da por fin la respuesta a todas nuestras preguntas.

Así también con nuestra búsqueda espiritual... al principio pensamos que la respuesta está "a mano" -
          una oración corta para "guía" o "iluminación"
          y ya la respuesta debe ser nuestra.

          ¿Qué pasa cuando no la hallamos?
          ¿Qué hacemos con todo el asunto? -
          ¿Reprender al diablo y probar "la guerra espiritual"? -
          ¿O reconocer el hecho que no tenemos las respuestas
          que pensábamos tener y ponernos a buscar con otra seriedad?

Creo que si somos honestos, mientras pasamos una y otra vez por el círculo de búsqueda, encontraremos que va siendo quitado estrato tras estrato de conocimiento espiritual superficial.

En el mundo de Dios la búsqueda nos llevará a examinar, o reexaminar, muchas cosas, y en el proceso descubrir muchas cosas positivas y negativas: motivos... temores... ambiciones egoístas... superficialidad... profundos deseos...todo puede aparecer en la búsqueda. Nuestra falta
          de conocimiento,
                    de relación,
                              de disciplina y
                                        de convicciones
pueden ser revelados mostrándonos nuestra condición espiritual.

En la falta de respuestas a nuestra búsqueda veremos quizás que no somos tan espirituales como nos creíamos ser. Lo primero que encontremos puede ser a nosotros mismos.

Los procesos de Dios nunca son destructivos y el fin de nuestro autodescubrimiento es para traernos a percatarnos de la tremenda distancia entre lo que pensamos que conocemos en nuestras cabezas y lo que realmente conocemos en nuestros corazones.

Solamente al llegar a este lugar podemos relacionarnos bien con las cosas de Dios.

Solamente al llegar a este lugar podemos realmente ver y escuchar y creer las cosas del reino de Dios.

"Buscad"...
Como el ciego, cuyo único contacto con el mundo material es a través del tacto, hemos de extendernos, sin conocer, para tocar en el espíritu un mundo que es más allá de lo que nuestras mentes pueden entender.

Si no hallamos su esencia pasaremos muestra vida en un mundo de teorías infundadas y sueños sin sustancia.

Hermanos, no estemos satisfechos de vivir en una tierra de fantasía espiritual, vacía.
Enfrentemos las implicaciones de la palabra "buscad" y extendámonos más allá de la oscuridad espiritual de este mundo que nos rodea a Aquél que por Su Presencia manifiesta todas las cosas.
Sepamos que en la medida que hallemos el objeto de nuestra búsqueda en El, hallaremos también Su Presencia, Su Luz y Su Vida en creciente plenitud.


Copyright ©1998 por Paul Ravenhill

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